Ser – Hacer – Tener

Hoy me gustaría compartir contigo un cuento que me encanta y me hace mucho sentido en mi vida. A veces los cuentos pueden parecer muy sencillos u obvios, pero si te detienes por un instante en los detalles puedes sacar mucha más información y mucha más profundidad de la que aparentemente está a la vista. Para mí, este cuento está relacionado con lo que significa Vivir en Propósito. Es un cuento relacionado con el SER antes que con el HACER y el TENER.

Así es que te invito a que te regales un espacio para ti y te tomes unos minutos de tranquilidad y reflexión para leer esta historia.

Al final te compartiré que significa para mí vivir en Propósito.

El pescador y el hombre de negocios

Un empresario estaba en el muelle de un pueblo costero cuando llegó un barquito pequeño con un solo pescador. Dentro del barco había varios atunes de buen tamaño. El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había llevado pescarlos.

El pescador y el hombre de negocios, el cuento

El pescador sonriendo le respondió que solo un poco de tiempo. El empresario luego le preguntó que por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado.

El pescador le contestó que tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.

El empresario se quedó un poco desconcertado.

– Pero ¿qué hace usted con el resto de su tiempo?

– Le preguntó de manera curiosa, a lo que el pescador amablemente le contestó:

– Normalmente me gusta comer tranquilo en la terracita de casa, luego juego con mi hijo y mi hija, me gusta mucho dormir la siesta con mi esposa, también me gusta pasear con ella y tocar la guitarra con mis amigos. Tengo una vida completa y ocupada.

El Empresario replicó:

– Yo tengo un máster en negocios por la Universidad de Harvard y podría ayudarte. Deberías emplear más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un barco s grande, a su vez, gracias a los beneficios que obtendrías con el nuevo barco podrías ampliar tu negocio y finalmente tendrías una flota de barcos pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador de pescado o incluso abrir tu propio procesador de pescado. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este «pobre» pueblo e irte a la ciudad, luego a la capital y finalmente al exterior, donde serías el director de tu propia empresa en gran expansión.

El pescador se quedó pensativo, pero no perdía la sonrisa. Por ello preguntó:

– ¿Pero cuánto tiempo tarda todo eso?

– Entre 15 y 20 años.

– ¿Y luego qué?- preguntó el pescador.

El empresario se rió y dijo que esa era la mejor parte.

Hombre de negocios del cuento

– Cuando llegue la hora podrías sacar tu empresa a bolsa y vender las acciones en oferta al público. ¡Te volverás rico, tendrás millones!

– Millones…. ¿y luego qué?

El empresario no podía creer lo que escuchaba. ¿Acaso era estúpido este pescador? se decía a si mismo, por lo que algo enfadado le respondió:

– Luego te puedes retirar.

– ¿Retirarme? ¿Para qué? – contestó de nuevo el pescador, dibujando de nuevo una sonrisa en el rostro, lo que terminó por desconcertar al empresario.

– ¡Para poder mudarte a un pueblo en la costa donde puedas disfrutar de la playa, pasear un poco, jugar con tus hijos o nietos y tocar la guitarra con tus amigos!

El pescador respondió: ¿acaso eso no es lo que tengo ya?

Playa paradisiaca del cuento

Reflexiones

Durante muchos años viví muy preocupado por el dinero. Preocupado por generar ingresos, por tener un buen trabajo que me generara estabilidad financiera y que me permitiera tener una vida mejor. Una mejor vivienda, un mejor automóvil, mejores vacaciones. Pensaba que lograr el éxito laboral me permitiría vivir más tranquilo, al no tener que preocuparme por el dinero.

Preocupación por el dinero

A medida que avanzaba en mi carrera laboral y lograba los objetivos que me había marcado me daba cuenta que ese no era el camino. Para ganar más dinero, necesitaba tener más responsabilidad y esa responsabilidad implicaba muchas más horas de dedicación. Miraba a mi entorno y era muy parecido. Jornadas maratonianas, desconexión de la vida familiar y profunda insatisfacción en lo personal.

Ese era el modelo mental que conocía y el que sostenía.

«O eres un ejecutivo agresivo que arrasas con todo para ser el número 1 o te vuelves un hippie con rastas en el pelo y te vas a vivir alejado del mundanal ruido»

Y como siempre, los extremos siempre son los peores lugares donde te puede encontrar. Siento que la vida es equilibrio. Y ese equilibrio tiene que nacer en tu interior y no en el exterior.

Ese equilibrio va ligado al conocimiento profundo de quién eres y lo que has venido a hacer en este mundo. Y no a hacer en el mundo y luego ver cómo encaja quien soy. Ese equilibrio está relacionado con Vivir en Propósito.

Ser – Hacer – Tener

Para mí, Vivir en Propósito significa alinear esos 3 aspectos de tu vida.

Ser – Hacer – Tener

Y en este caso, el orden de los factores sí que altera el producto. Siento que deberíamos dedicar los primeros años de nuestras vidas a la parte del Ser. Descubrir cuál es nuestra esencia, que es aquello que hay en lo más profundo de nosotras.

Y al igual que las cebollas, cuanto más tiempo tardes en iniciar tu desarrollo personal, más capas de cebolla vas a tener que sacar. Y como sabes, pelar una cebolla te hace llorar. 😊

Tres Preguntas

Después de haber leído este post, me gustaría dejarte 3 preguntas. Ojalá las puedas madurar y me dejes tu comentario para poder leerte.

¿En qué lugar de tu vida actual está tu SER?

¿Qué estás necesitando para mostrarte tal y como ERES?

¿Qué creencias tienes acerca del TENER?

¡Muchas gracias por leerme, un abrazo fuerte!

Carles

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