Sobre

¿Te ha pasado, que en un momento de tu vida te tocaba elegir un camino,
pero no tenías nada claro?
¿Te ha pasado, que una vez elegido ese camino has puesto todo tu empeño, energía y esfuerzo en ofrecer lo que se esperaba de ti pero no te sientes satisfecha con el resultado?
Por último, ¿Sientes que estás en un lugar que no es el tuyo?

Te quiero contar mi historia.

Carrera Universitaria, empleado de banca, responsable de publicidad, adjunto a gerencia, responsable de compras…etc, etc, etc… pero NADA satisfacía mis necesidades. Ni tener un buen sueldo, ni tener reconocimiento de mi entorno, ni haber logrado éxitos profesionales me hacían sentir bien conmigo mismo.

¿Qué necesidades?

En aquel momento tampoco lo sabía. Lo que sí sabía es que esa no era la vida que quería vivir.

Varias crisis existenciales a lo largo de mi vida me hacían abandonar un empleo y empezar en otro. Era una sensación de insatisfacción constante.

La novedad y el cambio me servían por un tiempo, pero luego todo se nublaba de nuevo y perdía sentido. Las jornadas se hacían eternas, esperando llegar al fin de semana. Pero el desgaste de energía era tal, que tampoco disfrutaba de mi tiempo libre.

Me sentía atrapado en un laberinto y no sabía cómo salir.

Fue poco antes de llegar a mis 30 cuando la tensión llegó a su punto cumbre. La relación con mi pareja también se había visto perjudicada y decidimos romperla. Fue en ese momento donde lo abandoné todo, aposté por dar un paso al frente y emprender un viaje.

Mi viaje hacia
EL PROPÓSITO

Un viaje literal, abandoné España yo solo con mi mochila para encontrar respuestas.

En un inicio viajé a Irlanda para trabajar en varias granjas orgánicas (WWOOF) a cambio de alojamiento y comida.

Fue mi primer desafío, aterrizar en un país que desconocía, relacionarme con gente nueva y comunicarme en un idioma que no dominaba. Me movía principalmente la conexión con la naturaleza y pasé 3 meses desafiando el frío y las condiciones climáticas de aquellas tierras.

Fue una experiencia dura física y mentalmente, pero tuve mucho tiempo para pensar, bajar el ritmo y disfrutar de una vida completamente opuesta a la que había tenido. Conocí a muchas personas, algunas de ellas buscadoras como yo que también habían sentido el impulso de cambiar de vida, de hacer algo diferente.

Después de estar en 2 granjas distintas del condado de Cork, plantando árboles y verduras, recogiendo huevos del corral y quitando malas hierbas, sentía que necesitaba otro desafío más grande. De algún modo aún me sentía muy cerca de mi casa, en cualquier momento podía volver, y al fin y al cabo no dejaba de estar en un país europeo que me recordaba mucho a mi día a día.

Así que compré un vuelo solo de ida para recorrer Latinoamérica, solo, con mi mochila.

Aterricé en Ecuador, el país que separa los 2 “hemisferios”. Comencé un viaje para desafiar mi estructura, lo racional y concreto para poner a prueba mi intuición y desarrollar mis dones y talentos.

Fue una experiencia inolvidable, con infinidad de anécdotas y aventuras. Recorrí Ecuador, Perú, Brasil y parte de Argentina y Colombia. Descubrí el paraíso de las Islas Galápagos, navegué por el Amazonas desde su inicio en Perú hasta la desembocadura en Brasil. Aprendí portugués de Brasil. Tomé clases de guitarra. Pasé el fin de año en el Caribe del Amazonas. Me alojé en una comunidad Hare Krishna que ofrecía alojamiento y comida a cambio de trabajo. Me compré un cavaquinho y me acompañó el resto del viaje.

Llegué a conocer a cientos de personas en cada bus, mercado, playa o rincón donde me alojaba. Otros viajeros y viajeras como yo, artesanas y artesanos que viajaban vendiendo sus creaciones y gente local que se desplazaba para trabajar o visitar a su familia.

Si alguna vez has tomado la iniciativa de emprender un viaje tu solo o sola, sin destino definido y sin fecha de vuelta quizás experimentaste lo mismo que yo. Las fotos eran espectaculares, tenía la libertad de elegir cualquier destino. Pero la incertidumbre y la soledad te acompañan.

Me pasó en los primeros días en Irlanda y se repitió en las primeras semanas estando en Ecuador.

Me sentía solo, desubicado y cuestionándome si realmente había tomado la mejor decisión para aquel momento.

Mi mente racional me empezó a lanzar mensajes muy destructivos. Te puedes imaginar, te pasa de todo por la cabeza. Duda, miedo, frustración, soledad.

Pero llega un momento en que parafraseando a Buster Moon, piensas:

“¿Sabes qué es lo mejor de tocar fondo? Que solo puedes hacer una cosa, ¡SUBIR!” 😊

No te sabría decir en qué momento sucedió, pero llegó un momento del viaje donde apareció la fluidez, empezaron a aparecer las sincronías del destino.

Decidir en el último momento pasar más días en la ciudad de Cuenca en Ecuador, hizo que me hablaran de la palabra Coaching. Por aquella época no era nada conocido y tuve que investigar y leer para saber un poco más. Desde aquí mi profundo agradecimiento a Natalie Souh. Ella encendió la llama.

No lo dudé, eso era lo que andaba buscando. Continué mi viaje, pero ya tenía un “para qué”. ¡Quería formarme como Coach!

Y estando en Latinoamérica, la mejor opción fue formarme con Julio Olalla, uno de los padres del Coaching Ontológico.

El proceso duró nueve meses, igual que un embarazo. Fue un proceso de despojarme de muchas máscaras y personajes. Relacionarme con mi mundo emocional y descubrir cuan desconectado había estado durante ese tiempo.

Por otro lado, había descubierto una profesión maravillosa, en la que podía acompañar a otros desde mi ser, desde lo más profundo de mí, con todo lo que había aprendido. Parecía que lo había encontrado, ese era mi lugar, estaba diseñado para poner al servicio de los demás todo lo que había aprendido sobre el lenguaje, las emociones y la corporalidad.

Pero la historia no fue tan fácil. A mi regreso a España no me sentía capaz de acompañar a otras personas, ya que aún me sentía muy removido por el proceso de autoconocimiento que había vivido y que aún estaba transitando.

Lo que pensaba que sería una formación más, un título más me hizo destapar una parte de mí que desconocía. Una parte profunda de mi esencia empezaba a mostrarse y yo sentía que aún no era lo suficientemente consistente.

Con lo cual, en una mezcla de miedo y responsabilidad, decidí madurar un poco más mi ser coach y seguir con mi trabajo personal antes de ponerme al servicio de los demás.

Y en un proceso de autoengaño decidí que volver a mi antiguo trabajo siendo otro “observador” podía ser distinto.

Volví como asistente directo del Gerente de la empresa. Más adelante me responsabilicé del departamento de compras más importante de la empresa, llegando a gestionar un presupuesto de 20 millones de Euros. Implanté varias metodologías de mejora en la empresa, lideré equipos e incrementé las ventas de mi departamento.

Había iniciado de nuevo una carrera de éxito en lo profesional.

En lo personal, rehicimos la relación con mi anterior pareja, nos casamos y tuvimos 2 hermosas criaturas.

Pero después de 6 años volvía de nuevo sobre mí la sombra del pasado. Volvía la profunda insatisfacción. No era una cuestión económica, tampoco de resultados, pero había algo que no funcionaba. Me volvía a sentir triste, cansado y desmotivado.

Algo en mi sabía que era el momento de volver a apostar por ese Carles que había conocido.

Desgraciadamente la muerte de personas cercanas y queridas de mi entorno me hacían despertar. Empecé a sentir la fragilidad de la vida, el sinsentido de las jornadas maratonianas en el trabajo sin alma ni corazón. Empecé a sentir que si no daba de nuevo el paso me iba a arrepentir para siempre.

“Pero Carles, ahora tienes una hija de 5 años y un hijo de 2 años”

Precisamente por eso, porque tengo a estas 2 personas en mi vida debo apostar por mí.

Suponía a la vez una lección de vida para ellas. Siempre he intentado guiarme por la coherencia en mi caminar y era el momento de cambiar de rumbo para sintonizar con mis valores y deseos.

Esto será un ejemplo para que ellas también busquen su lugar en el mundo y se atrevan a mostrarse tal y como son.

Siento que en la vida todos llegamos a un cruce de caminos, llegamos a un momento en el que tenemos que dar un salto, un cambio, una apuesta. Yo le llamo, un salto de Fe. Dejar atrás todo aquello que te lastra y no deja mostrarte tal y como eres.

Estaba aterrorizado, no sabía QUÉ iba a hacer ni CÓMO lo iba a hacer, pero necesitaba otro desafío que me conectara de nuevo con la vida y con mi esencia.

El momento era parecido al anterior en cuanto a fondo, pero la forma era distinta. Ahora estaba felizmente casado y con una hija de 5 años y un hijo de 2 años en mi vida.

Sabía que quería acompañar a otros, solo me faltaba saber cómo.

Ese año me especialicé como Coach Corporal con un gran maestro, Rodrigo “Roco” Pacheco. Este fue el pequeño impulso que me hizo ver que me tocaba hacer de nuevo un viaje, pero esta vez desde mí. Nada exterior, un viaje interno, un viaje profundo de autoconocimiento, desafiando mis miedos y mis creencias para llegar al Carles auténtico y esencial que había quedado escondido por tantos años.

Y en ese devenir, fruto de nuevo de varias “casualidades” lo que llegó para quedarse fue descubrir mi propósito de vida. Fue en aquel momento cuando descubrí QUÉ era aquello que iba a aportar al mundo.

Aprendí el proceso para conocer tu propósito de vida de Tim Kelley, creador del True Purpose Institute ®. Esta metodología, junto a mi experiencia de vida que te acabo de detallar, hacen que te pueda acompañar a descubrir tu propósito de vida, desafiando tus miedos para conocer qué has venido a hacer a este mundo.

Siempre he sido una persona muy racional y mi tendencia natural es la de analizarlo todo e irme al hemisferio izquierdo, al lado calculador, serio y responsable (Soy un enamorado de las hojas EXCEL). Por eso confié en esta metodología. Tim es matemático de base formado en el MIT de EEUU.

Y una persona súper racional, ha sabido traer y combinar en el proceso, la parte espiritual de todo ser humano. Ha desarrollado un método paso a paso para descubrir tu propósito.

Ahora que he descubierto mi propósito, sé quién Soy, cuál es mi Don y para qué estoy aquí.

Ayudo a personas que se sienten estancadas, desmotivadas, que no disfrutan de su trabajo o ya no se sienten realizadas con lo que hacen, a que encuentren su vocación, su propósito de vida.

Encontrar tu Propósito de Vida puede ser simple y rápido si se siguen unos pasos. De lo contrario te puedes perder por el camino.

Llevo muchos años en la búsqueda de mi Propósito. Algunos de ellos de una manera más directa y la mayoría de un modo indirecto. Visto en retrospectiva, probablemente esos años eran necesarios y todas y cada una de las experiencias vividas tienen ahora sentido.

Aunque hubiese preferido ahorrarme muchas noches en vela, muchas lágrimas, rupturas, pérdidas, sensación de vacío, hastío, tristeza, sentirme perdido sin saber dónde acudir, frustración, dolores de cabeza o conversaciones muy tensas y difíciles con mi jefe y con mi familia.

Ahora sé que mi propósito de vida
ES ACOMPAÑARTE A TI

Para aprender a ser un guía adecuado, tuve que aprender cada técnica, probar cada callejón sin salida, encontrar mi propósito, perderlo y encontrarlo de nuevo. Tuve que seguir mi camino, abandonarlo y volver a él.

Llamo a este período de búsqueda en mi vida «perdido en la inmensidad del océano». Si quieres saber como te puedo acompañar, puedes ver aquí qué opción se ajusta más a ti.

Te agradezco mucho que hayas llegado hasta aquí. A veces me cuesta hablar de mí, pero si alguna parte de esta historia te sirve como esperanza o destello para que empieces a plantear algún cambio en ti, me sentiré muy feliz.

Cuando hago un repaso de mi vida, me doy cuenta de que los momentos de mayor conexión conmigo mismo han sido los que han aparecido las “causalidades” que le han dado sentido a todo el camino. Desde conocer a mi compañera de vida haciendo un crucigrama en un avión camino de Cuba, hasta la manera en la que descubrí el coaching, mi propósito de vida… etc.

Si te gustan los viajes y te gustaría saber un poco más de mí, iré compartiendo artículos y anécdotas en el blog.

Cómo has podido leer, encontrar mi propósito ha sido un camino largo, de mucha confusión y de idas y venidas. Conversaciones difíciles con mi jefe, con mi familia, con mi pareja y con mis amigos.

Ahora he descubierto mi propósito de vida y me he formado en una metodología para acompañar a otros a que lo encuentren.

Te vas a ahorrar muchísimo más tiempo y dinero del que yo invertí en su momento y vamos a ir de la mano en este camino.

Si quieres saber más, puedes acceder aquí para saber cómo te puedo acompañar.

Carles López Coach de Propósito de Vida. True Purpose Trained Coach
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Coach Ontológico Certificado – Programa el Arte del Coaching Profesional
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Coach Corporal Certificado – Programa Cuerpo y Movimiento